Empieza con el espacio. Independientemente que vivas en una casa enorme con patio o en un departamento pequeño, tienes que planear tu huerto. Al igual que muchas otras cosas, los cambios después son más pesados y dan más flojera. Tus plantas van a necesitar luz solar y espacio para crecer. Con un poco de imaginación, puedes usar las paredes, el techo, el patio, balcón, ventajas y cualquier lugar que tenga luz.
Busca tus materiales. Aunque esto ya casi no aplica, de todos modos hay que mencionarlo. Busca donde puedes comprar o conseguir tu material orgánico. Hoy en día lo puedes comprar donde sea, hasta en los supermercados, pero no está de más que tengas claro donde puedes conseguir las cosas, en caso de que las necesites.
Hoy en día, los materiales para un cultivo orgánico los puedes conseguir donde sea
Elije tus plantas. Existen miles y miles, así que la decisión puede ser un poco difícil. Aunque quieras tener de todo, no va a ser posible, a menos que vivas en un rancho. Lo mejor es elegir las plantas que más utilices y que sean las más caras. Aunque el tomate tiene épocas de muy bajo precio, también tiene sus épocas que mejor comes carne que tomate. Los pimientos verdes y amarillos, el chile habanero o plantas raras que te gusten son buenas opciones.
Tu cultivo orgánico puede tener mucha variedad; puedes incluir plantas grandes en el patio y las paredes, hierbas de olor y especias en las ventanas (si son plantas pequeñas) y hasta plantas dentro de tu casa, con luz artificial.
Las posibilidades son inmensas. Hay muchas opciones comerciales para poder hacer tu cultivo orgánico y solo es cuestión de ir viendo las posibilidades. Aunque soy más del tipo “hágalo usted mismo”, hay algunas cosas que tal vez prefieras comprar.
Así que date una vuelta por tu casa e imagínatela con plantas. No solo te ahorraras una lana con vegetales orgánicos; también tendrás un mejor ambiente y una actividad relajante y sana.
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